Laura tenía todas las ganas de comerse el mundo, y porque escogió Ingeniería Comercial y sus ingresos eran totalmente para ella, podía soñar con viajar y trabajar de donde fuera. Se visualizaba trabajando al rededor de un Airbnb en Australia y luego irse a Irlanda. Como había aprendido un poco de inglés en el colegio y habíamos empezado con clases, el inglés que era parte de su maleta. Desde los 15 años que descubrió “Friends” vio toda la serie sin sub-titulos, frustrada por no entender nada al principio, era tan intuitivo que fue cosa de tiempo que comprendiera la trama y listo, ya entendía a lo que se refería Joey con “How you doing ;)”. Tuvimos un intensivo de inglés, tomó dos meses de clases que diseñé muy modo viaje, aeropuerto y relacionamiento con nuevas personas. Pero al tiempo de 5 meses hablamos, y su ilusión había muerto. La flor murió. No quería nada con inglés. Se frustró porque la teoría que tenía no le estaba sirviendo para sobrevivir rodeada de gringos.
El caso fue: Soñó en grande porque pensó “con el inglés que tengo, lo logro” pero al momento de culturizarse, su mente no la acompañaba, y sus oraciones se simplificaban por ende perdía el sentido, y ella misma se estaba perdiendo. ¿Qué pasó? No sabía pensar en inglés, más bien, sabía traducir (muchas veces con translator) pero la comunicación no se basa en eso, si no más bien en expresar ideas y sentimientos… darle sentido a lo que realmente queremos decir.
Therefore, quieres aprender a pensar en inglés? (y si no te convences, abajo el por qué es importante) Aquí van:
"Chunking" Lingüístico: En lingüística aplicada se explica que el cerebro almacena palabras y frases como "chunks" o unidades en lugar de palabras individuales, tal como te memorizaste el “where are you from?” sin considerar el tiempo verbal o gramática, simplemente te lo aprendiste por escucharlo. Sirve! y Salva! pero para realmente saber un idioma, debes componer oraciones en todo tiempo. Para esto sirven los “idioms” que son los dichos en inglés, tales como “A piece of cake” o “easy peasy”. Estas frases cortas son pegotes y al momento de reproducirlas tu pronunciación se verá beneficiada. Esto facilita el acceso directo al significado sin pasar por el español.
Visualiza y asocia: Sin emitir sonidos ni pronunciar, observa un objeto que tengas al rededor y ten su significado en inglés. No lo digas, solo piénsalo en inglés. Lógico, si no lo sabes, búscalo. Pero el identificar contenido y pasarlo en automático al inglés es uno de los primeros pasos para construir oraciones más complejas.
Self-talk: Diría que esta es una de mis favoritas, y conoces mi mindset sobre “desarrollar confianza para hablar inglés” esta técnica es crucial. Hablar con uno mismo considera no solo desarrollar buena pronunciación, si no que tu cerebro ya empieza a aceptar ciertos fonemas distintos del español, por lo que resultará en fluidez al momento de comunicarte. Así mismo, al hablar solo, implica repetición y el uso activo del idioma refuerzan las conexiones neuronales, por lo que pensar será mucho más automático.
Exposición: El inconsciente nos ayuda con contenido sin querer queriendo. Por lo tanto, si vas manejando, escuchar un podcast liviano en contenido, aunque no le prestes tanta atención algo queda. Y es ahí donde podemos desarrollar la habilidad de pensar en inglés, porque lo que absorbemos de ese podcast, short video, película, Ted Talk, etc, es una palabra, y queda ahí en tu inconsciente, y de la nada, la estamos repitiendo. Por ejemplo, un estudiante le hizo sentido la palabra “environment” después de haberla escuchado un montón, desde el momento en que empezó a usarla, se quedó para siempre. Por lo tanto, llena tu vocabulary box y cuando escuches algo, aunque no sepas qué es, repítelo, y crea ese word memory stick.
Ahora, por si no te convences por ninguna de estas técnicas, let me tell you that thinking in English results in:
Fluidez: Pensar directamente en inglés elimina la necesidad de traducir, lo que acelera el proceso de comunicación.
Mayor Precisión Gramatical y de Vocabulario: te expones más al uso correcto de estructuras gramaticales y a expresiones idiomáticas naturales.
Reducción de la Ansiedad Lingüística: Al entrenar el cerebro para procesar en inglés, te sientes más confiado y menos ansioso al hablar, reduciendo tu estrés con todo lo que tenga que ver con el idioma
Mejora en la Toma de Decisiones: Y algo fuera de producir en inglés hablan estudios de psicología que muestran que pensar en un segundo idioma ayuda a tomar decisiones más racionales y menos emocionales debido a la distancia emocional que genera.
Beneficios Cognitivos y para la Salud Mental: Porque este proceso fortalece la memoria de trabajo, mejora la multitarea y protege contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad, como el odiado Alzheimer.
No hay dudas, solo fundamentos para que empieces a percibir el aprender inglés (y pensarlo) como clave para desarrollarte en todo ámbito.
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